La vida va
avanzando, y he de reconocer que por lo que a mí respecta, lo hace de una forma
bastante placentera en cuanto a las personas que se van cruzando en mi camino, y a
los conocimientos que voy adquiriendo. Me siento satisfecho por mi manera de
disfrutar de mis amistades independientemente de que, como es normal, existen
ciertos momentos amargos, de vivencias olvidables y de personas que nos quitan
el ánimo.
Pero esto
precisamente es la propia vida, un desfile de personas que en unos casos te
ilusionan, te animan, te aportan, y en otros te desencantan, intentan
arrastrarte o incluso tirarte por la borda.
Así, poco a
poco, adquirimos experiencia y somos
capaces de ver más allá de lo evidente, resultándonos más sencillo conocer a
las personas, y facilitándonos el hecho de establecer filtros que nos permitan
mantenernos aislados de aquellos que no nos merecen, e ir abandonando aquello
que nos daña; aunque en cierto momento nos haya llenado plenamente.
Hay que empezar a escucharnos a nosotros mismos y comenzar a atisbar lo que conviene dejar atrás, olvidar, y centrarnos en aquello por lo que merece la pena luchar.
La vida me
va enseñando por quien luchar y a quien renunciar
Por otro
lado, también se aprende a distinguir a las personas que entran un tu vida para
utilizarte de una manera que termina por hacerte daño, e incluso a las que te
traicionan. Me refiero a esos individuos que te usan y después te dejan. Aquellos que
sólo tratan de beneficiarse, alimentándose de ti.
Este tipo de
personas no tienen cabida en mi vida.
ASÍ PUES,
DESDE AHORA MISMO, COMIENZO A REGALAR MI AUSENCIA A AQUELLOS QUE NO HAN SABIDO
VALORAR MI PRESENCIA.
No siempre
estamos en el momento ni en el lugar precisos, y a veces permanecemos el tiempo
suficiente para recibir o dar alguna enseñanza; aunque no seamos valorados. Si
algo voy aprendiendo es a retirarme y aceptar cuando ya no se requiere mi
presencia y no soy estimado. No merece la pena sufrir ante la inseguridad y la
repetición constante de errores.
Comienza una
nueva etapa para el CLUB DEPORTIVO BALONMANO HERENCIA, ese Club que se fundó
hace casi 10 años, para que unos jóvenes pudiesen continuar disfrutando de ese
deporte que tanto les gustaba, y que no hubiesen podido seguir practicando de
no ser por la creación de este Club. Desde mi retiro, valoraré a aquellos que
sean AUTÉNTICOS, y no renuncien a sus orígenes. A ellos mantendré un gran
respeto, a los que no se olviden de donde vienen, pues aquel que renuncia a sus
raíces pierde mucho del hecho de ser considerado persona. Es triste ver lo
rápido que algunos se olvidan de dónde vinieron, hasta el punto de avergonzarse
de hablar sobre su pasado y de por qué han llegado a donde están ahora.
Decía Oscar
Wilde que “Amarse a uno mismo es el
principio de una historia de amor eterna”.
Así pues, soy
capaz de dejar atrás y cerrar un ciclo. Las cosas suelen cambiar de rumbo
inesperadamente, y se puede llegar a ser molesto para algunas personas a las cuales
inicialmente les interesabas. Ante esto, no hay vuelta atrás y el peor error es
no retirarse a tiempo.
También
Confucio decía: “Exígete mucho a ti mismo
y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos”.
Por tanto,
he decidido valorar mi vida y mi presencia, mi capacidad, mi voluntad y mi
fortaleza. Continuaré mi camino. Es por eso que regalo mi ausencia, permaneciendo
únicamente en aquellos espacios en los que realmente sea valorado.
POR CIERTO,
ME HAGO RESPONSABLE DE LO QUE ESCRIBO, NO DE LO QUE ENTIENDAN (Aunque puede llegar a ocurrir que lo que entiendan sea lo que escribo).
A aquellos por los que en realidad surgió todo esto, y por los que dediqué, sin arrepentirme nunca, un tiempo (y más cosas) que no me sobraba, les dejo estas palabras de Pablo Neruda, esperando que comiencen a reflexionar, y se den cuenta de que ya no son aquellos niños de hace 10 años.
No culpes a nadie
Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque
fundamentalmente tú has hecho
lo que
querías en tu vida.
Acepta la
dificultad de edificarte a ti
mismo y el
valor de empezar corrigiéndote.
El triunfo
del verdadero hombre surge de
las cenizas
de su error.
Nunca te
quejes de tu soledad o de tu
suerte,
enfréntala con valor y acéptala.
De una
manera u otra es el resultado de
tus actos y
prueba que tú siempre
has de
ganar.
No te
amargues de tu propio fracaso ni
se lo
cargues a otro, acéptate ahora o
seguirás
justificándote como un niño.
Recuerda que
cualquier momento es
bueno para
comenzar y que ninguno
es tan
terrible para claudicar.
No olvides
que la causa de tu presente
es tu pasado
así como la causa de tu
futuro será
tu presente.
Aprende de
los audaces, de los fuertes,
de quien no
acepta situaciones, de quien
vivirá a
pesar de todo, piensa menos en
tus
problemas y más en tu trabajo y tus
problemas
sin eliminarlos morirán.
Aprende a
nacer desde el dolor y a ser
más grande
que el más grande de los
obstáculos,
mírate en el espejo de ti mismo
y serás
libre y fuerte y dejarás de ser un
títere de
las circunstancias porque tu
mismo eres
tu destino.
Levántate y
mira el sol por las mañanas
y respira la
luz del amanecer.
Tú eres
parte de la fuerza de tu vida,
ahora
despiértate, lucha, camina, decídete
y triunfarás
en la vida; nunca pienses en
la suerte,
porque la suerte es:
el pretexto
de los fracasados.
(Pablo Neruda)
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